Como habrán seguramente notado los lectores de este post, Junio fue el mes del orgullo LGTBQ y a lo largo del mes se ha visto la propagación de distintos mensajes y propagandas hacia este colectivo, en especial se ha visto una en nuestro país sobre un barrio que será solo LGTBQ con el slogan Habilitar la Igualdad, esta última palabra típicamente estereotipada de un gobierno populista.
Durante los últimos 20 años se está dando una batalla a nivel cultural al estilo que Antonio Gramsci hubiese querido, una basada en cultura en vez de clases; la revolución ya no puede darse solamente a nivel de los trabajadores(proletariado) contra los dueños de las empresas(burguesía), más bien debe darse a nivel de todos los grupos que pueden llegar a considerarse una minoría. En estrategia política se traduce a buscar algún grupo social que tenga ciertas “desventajas” y disfrazarlo de “minoría oprimida”. A diferencia de la frase de Lenin “marchar separados, golpear juntos”, la estrategia actual es usar cada grupo posible en donde se pueda encontrar una diferencia con la clase privilegiada eterna; el hombre blanco heterosexual capitalista. Aunque ahora se considera el “Hetero-capitalismo-patriarcal” usada por estudiantes de “importantes” carreras como estudios de género- me meteré en esto más adelante- y filósofos del CBC de la UBA. No nos debería sorprender que la izquierda genere mitos para poder mantener viva su existencia en el juego político. Uno de esos mitos que trataré de destruir hoy será el de la brecha salarial LGTBQ+.
El capitalismo es el sistema en el cual las diferencias existen y se las comprende como algo natural, pero aún así nos han metido en la cabeza que tales diferencias entre nosotros no deberían ser aceptadas. Como los grupos izquierdistas son realmente de manual, en el caso de que no estemos de acuerdo, se nos llegará a decir que padecemos algún tipo de fobia, sexismo, fascismo y otros –ismos.
Si dividimos el salario de todos los trabajadores de Argentina y usamos 1 solo filtro como el sexo (Hombre y Mujer) entonces por lógica uno debería ganar más que el otro. Digo debería porque en caso contrario si no existiesen las diferencias y hubiese “igualdad”, entonces estaríamos en un régimen comunista, es decir todos pobres. Veamos entonces cómo destruir el mito de una vez por todas:
Selección de trabajos
Antes de entrar en detalles, el dato más importante es que solamente el 5.6% de los ciudadanos de EEUU se consideran LGTBQ.1 Esto ya debería ser suficiente, ya que ni si quiera representan ¼ de la población total del país, por lo tanto las probabilidades de que estos sean quienes ganen más son bastante pocas. En Argentina no hay datos específicos pero suponiendo el caso de EEUU entonces la proporción con la población restante (No LGTBQ+) debería ser similar.
Según una investigación en ResearchGate2 en donde se recolectó información de distintos grupos de personas divididos primero por sexo, luego por orientación sexual y finalmente por género vemos cómo claramente algunos trabajos representan los estereotipos de la sociedad:
Entre los trabajos más elegidos por sexo, los hombres representaban la mayoría en; atleta, electricista, jefe de corporación, mecánico de automóviles y piloto de pruebas. Mientras que las mujeres fue diseñadora de vestidos, esteticista, y proveedora de guardería.
Los hombres suelen elegir carreras o trabajos más relacionado con las cosas inmateriales, de allí carreras como ingenierías, ciencias físicas, mecánica, mientras que las mujeres suelen elegir más lo relacionado con las personas de allí que dominen campos como la pediatría, enfermería, psicología, RRHH o abogacía.3
La Tabla 2 muestra que los hombres heterosexuales fueron más propensos que los homosexuales en el caso de 6 ocupaciones: atleta, mecánico de automóviles, electricista, entrenador de secundaria y oficial de policía. Y, para 6 ocupaciones, los hombres homosexuales fueron significativamente más propensos que los hombres heterosexuales: actor / actriz, artista, esteticista, diseñador de moda, enfermera y novelista.
La tabla 3 muestra este mismo patrón pero al revés. Las mujeres homosexuales eligieron trabajos muy distintos que las mujeres heterosexuales. Sin embargo estas últimas toman más vinculación con los hombres que son homosexuales. Para 6 ocupaciones, los hombres homosexuales fueron significativamente más altos que los hombres heterosexuales: actor / actriz, artista, esteticista, diseñador de moda, enfermera y novelista
Perdón, sin ofender pero es verdad que los hombres homosexuales tuvieron las mismas elecciones que las mujeres heterosexuales. Mientras que las mujeres homosexuales se relacionaron más con los trabajos de los hombres heterosexuales. Si después de todo esto no encontraron la ironía permítanme decirlo; el supuesto mito de que los hombres homosexuales se comportan como mujeres heterosexuales y de que las mujeres homosexuales como los hombres heterosexuales tendría cierta base empírica4.
Pero también existe la creencia, como si no fuese suficiente la información anterior, de que es en realidad la sociedad la que impone los estereotipos y de cierta manera influencia a los gays, lesbianas o mujeres a comportarse de cierta manera. Es decir se cree que a las mujeres las obligamos a estudiar enfermería, cocinera, o ama de casa o RRHH y a los gays a que sean estilistas y peluqueros, pero las decisiones son tomadas libremente lo cual es una celebración del liberalismo. A diferencia del Che Guevara, a quien vemos en las marchas del orgullo gay, quien en vez de celebrar los modos de vida expresó: “La revolución no necesita de peluqueros […]el trabajo los hará hombres[…]”
Pero dirán… “¿qué tiene que ver todo esto?”. Bueno, que simplemente algunos trabajos son más remunerados que otros. Y los hombres heterosexuales suelen elegir aquellos mas remunerados. Nadie obliga a las mujeres a estudiar ciertas carreras o realizar ciertos trabajos, simplemente no los eligen. Las mujeres homosexuales se comportan de manera similar a los hombres heterosexuales, razón por la cual ganan más que su contraparte heterosexual, después de todo eligen otras carreras.
La próxima vez que escuchemos a alguien decir algo sobre la brecha salarial deberíamos entender que no todos los trabajos pagan lo mismo, algunos son más demandados que otros. Cuidar niños, maquillar o ser docente de escuela pública- que tanto le gusta alabar a la izquierda en nuestro país- no suelen ser de los mejores trabajos pagos. Si por ejemplo miramos uno de los empleos mejores pagos como la programación en la cual no se necesita hacer una extensa carrera e incluso se puede trabajar de manera remota sin tener estudios, la cantidad de empleados que son LGTBQ+ es muy poca:
Un estudio de Stack Overflow5, red social de programadores, realizó un cuestionario bastante extenso de un total de 40.911 programadores en el cual se encontraban preguntas sobre la orientación sexual y género. Del total, 36.939 respondieron a dichas preguntas y resultó que el 92.6% eran heterosexuales, 5.2 bisexual, gay o lesbiana solo el 2.6, mientras que “Queer” y transgénero tan solo el 1.4 y el 0.9%. La propia compañía Facebook, a pesar que al igual que la casta política promueve todo este colectivo, mostró que de sus empleados solo el 8% se identifica como LGTBQ+, basados en un estudio voluntario.6
Ahora bien observemos el anterior gráfico. Estos jóvenes fueron realmente adoctrinados por la izquierda. Nunca les dijeron que no van a ganar bien si se especializan en artes y humanidades, estudios de género o licenciatura en danzas contemporaneas.
¿Escucharon alguna vez a alguien decir “mejor estudiá artes y humanidades porque pagan muy bien”? Nosotros tampoco.
NO es que no los contratan. Es que no eligen las carreras mejores pagas. Tan solo se requeriría 10 minutos de búsqueda en internet sobre los mejores empleos y luego empeñarse en elegirlos. Si quisieran aprender más sobre el porqué un salario varía tanto de otro, en vez de caer en otros mitos trillados como “la plusvalía” de Marx, un buen libro para empezar es El liberalismo económico en 10 principios
La clave está en elegir trabajos específicos.
El mito del adoctrinamiento
Hasta ahora pareciera que las carreras elegidas son bastante distintas, siendo las que elige el hombre heterosexual las mejores pagas. Aquí debemos entender que las decisiones son siempre tomadas libremente. Pero seguramente estarán aquellos que con su fatal arrogancia seguirán con su idea de que la sociedad es la que genera, empuja, adoctrina a ciertos modos de vida, después de todo tratando de imitar a Simone de Beauvoir en sus escritos, algunas feministas dicen “[…] es el patriarcado que nos dice a las mujeres qué tenemos que es estudiar”.
Nuestro cerebro es el órgano que (en gran medida) condiciona nuestras elecciones, y no un sistema social. Los estereotipos (en general) sí son verdaderos; las mujeres gay se comportan como hombres y los hombres gay como las mujeres. Incluso las mujeres más exitosas tienen más testosterona que el promedio7, siendo la testosterona una hormona masculina. No deberían encontrar esto como algo ofensivo ya que el lobby LGBTQ dice que uno nace siendo gay.
Algunos atributos físicos del cerebro homosexual se parecen a los del sexo opuesto8.Los resultados mostraron que los hombres heterosexuales tenían cerebros asimétricos, con el hemisferio derecho un poco más grande, y las mujeres homosexuales también tenían esta asimetría. Mientras tanto, los hombres homosexuales tenían cerebros simétricos como los de las mujeres heterosexuales. Descubrieron que los patrones de conectividad en los hombres homosexuales coincidían con los de las mujeres heterosexuales y viceversa”. Esto podemos resumirlo como el cerebro de uno se parece al de otro.
No nos debería sorprender que las mujeres lesbianas ganen más que las heterosexuales, después de todo las primeras se comportan en general como aquel que más gana; el hombre heterosexual. La importancia de que Hombres y mujeres sean muy distintos, no solo por fuera sino también en el cerebro resulta importante ya si aceptamos que existe un cerebro de mujer y uno de hombre se caería entonces 20 años de construcción de género, es decir… tu sexo determina en gran medida tu comportamiento. Estas diferencias a nivel del cerebro podría indicar que no es una construcción social más bien los hombres heterosexuales eligen mejor sus empleos.
El mito de la discriminación
Si el lector llegó hasta aquí es porque aún sabe que existe otro tipo de excusa para justificar la existencia de un sistema que oprime a las masas. La justificación de que existe algún tipo de discriminación dentro del trabajo se viene escuchando desde hace rato. Si visitásemos alguna página o si se quisiera buscar información para poder sostener la farsa del relato en cuestión, nos encontraremos con decenas de páginas en las que vemos cómo los que conforman el colectivo LGTBQ ganan menos aún dentro del mismo puesto laboral- aunque no aclaran si con la misma cantidad de horas y antigüedad-, asegurándonos de que la discriminación efectivamente existe en base a la diferencia en los salarios.
Sí, realmente existe una brecha, pero no quiere decir que sea una discriminación. Si miramos todos los estudios que se hicieron en base a distintos trabajos y empresas vemos que por ejemplo más del 50% de los empleados americanos que son LGTBQ se mantienen “dentro del closet” en el trabajo por temor a ser discriminados, esto como veremos más adelante repercute en su performance. El gráfico siguiente muestra como las mujeres LGTBQ son en menor medida representadas en distintos puestos9.
También podemos ver la “discriminación” que sufren distintos grupos. Los hombres heterosexuales representaron la menor cantidad de “micro agresiones”, acoso sexual entre otros. Mientras que las mujeres lesbianas, LGTBQ+ o bisexuales fueron las que más afrontaron estas situaciones. Otros trabajadores LGBTQ “encerrados”, reportan luchas similares mostró el estudio: el 25% se siente distraído del trabajo, el 17% dice que se siente agotado por ocultar su orientación sexual y el 31% se siente deprimido en el trabajo.
Uno podría leer todos estos datos y dirá: “Ajá… entonces sí hay discriminación contra este colectivo”. Pero lo que debemos entender es el trasfondo de todo esto.
En los trabajos cuando los empleados no están enfocados en su labor, como es natural las personas, empiezan a sociabilizar y un aspecto importante en la socialización, aunque muchos seguramente estén en contra, son las pequeñas burlas, sátiras y sarcasmo. Las burlas con el “ida y vuelta” podrían hasta fomentar mejor las relaciones entre las personas, ayudando a acercar al grupo aún más.10 Las bromas son para formar relación, carácter, comportamientos sociales y formar lazos. El bullying es hacer bromas para gozar con el sufrimiento del otro. No confundir bullying ni masculinidad tóxica con el comportamiento típico de los hombres.11
Resulta que todo esto es la manera en que tenemos las personas en socializar. Muchas veces existen charlas sobre temáticas más profundas como por ejemplo visión de política y económica y a veces cuando el grupo se hace más íntimo se suele hablar sobre sexualidad y género. Por ejemplo, la misma encuesta encontró que las conversaciones sobre la vida social ocurren semanalmente o diariamente para el 84 por ciento de los encuestados, con el 65 por ciento diciendo lo mismo sobre las conversaciones sobre las relaciones y el 36 por ciento sobre el sexo.12
Sucede que algunos empleados encuentran estas conversaciones incómodas ya que sienten que si deben participar deben contar sobre su sexualidad, y es aquí en donde entra la famosa creencia de “discriminación” . Pero lo que sucede aquí no es una mera “discriminación” sino una presión por querer contar a los demás empleados que uno pertenece al colectivo LGTBQ+, pero encuentran difícil poder expresar tal situación. Aunque la realidad es que no a muchos les importa la identidad de otro. Alrededor del 80% de las personas no-LGBTQ dicen que las personas LGBTQ no deberían tener que ocultar quiénes son en el trabajo, 59% dice que no es profesional hablar sobre sexualidad e identidad de género dentro del trabajo13. La presión de sentirse distinto y el temor a ser discriminado, en realidad es generado por el propio lobby en cuestión.
Si miramos el gráfico anterior, explica que aquellas mujeres que salieron del "closet" padecieron menos micro agresiones- que eran un producto de su imaginación- trabajan más felices, se llevan mejor con sus jefes y tienen más oportunidad de crecer. Esto demuestra que estar dentro de este colectivo y querer ocultarlo genera que se trabaje peor y se piense que se está siendo discriminado dentro de una empresa. No, no lo están haciendo, algunos solamente trabajan peor por un miedo imaginario creado por el relato de la izquierda.
La solución debería ser no sentir la necesidad de tener que contar a sus compañeros sobre su sexualidad o en cualquier caso no sentir la presión de que es importante, después de todo no les importa a la mayoría la sexualidad del compañero.
Algunas empresas buscan generar ambientes más LGTBQ-Friendly (Amigables) y generar políticas de vestimenta que eviten incentivar ciertos estereotipos. Lo único que generan estas políticas es un trato especial que generaría aún más presión sobre estos trabajadores.
Hoy en día se dice que vivimos en la era de la Generación de Cristal, todo se encuentra ofensivo. Debemos aprender a diferenciar el bullyng de una burla que es parte de la manera que las personas suelen formar lazos. Aprender a reírse de uno mismo sería lo más importante, y no tomarse todo tan enserio. “Aquellos que son capaces de reírse y hacer reír a los demás con sus propios defectos o reírse de uno mismo, presentan mejores estados de salud mental, mejores niveles de felicidad y de sociabilidad. Una recomendación es que se practique "salir" de los dilemas de nuestras vidas y ver el humor en ella. Esa perspectiva los colocará en un contexto más amplio de experiencias humanas compartidas que, a su vez, pueden expandir e involucrar su capacidad de crecimiento y bienestar en su vida, en el futuro14. En particular, hemos observado que una mayor tendencia a emplear el humor contraproducente es indicativo de puntuaciones altas en dimensiones de bienestar psicológico como la felicidad y, en menor medida, la sociabilidad”, escribieron los autores del estudio.”15 También se ha descubierto que una característica importante de la construcción de la identidad (masculina) es capaz de aceptar una broma y "defenderse". En investigaciones anteriores sobre el humor entre hombres y niños se ha sugerido que jocoso burla, así como ser capaz de aceptar una broma y retribuir, son componentes importantes de construcciones de identidad masculina
El orgullo LGTBQ+ no es más que una celebración de la libertad, del liberalismo, después de todo uno debe sentirse orgulloso por aquello que eligió ser o hacer. Si la decisión de seguir ciertas carreras, trabajos, formas de vestirse y comportarse fueron tomadas libremente entonces, ¡Qué viva el orgullo LGTBQ!
Libros recomendados:
Bibliografía citada:
1: https://www.statista.com/chart/18228/share-of-americans-identifying-as-lgbt/
4:https://www.newscientist.com/article/dn14146-gay-brains-structured-like-those-of-the-opposite-sex/
5: https://insights.dice.com/2020/07/08/how-many-software-developers-identify-lgbtq/
6:https://about.fb.com/news/2019/07/2019-diversity-report/
7:Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias),
8:https://www.newscientist.com/article/dn14146-gay-brains-structured-like-those-of-the-opposite-sex/
9:https://www.marketwatch.com/story/half-of-lgbtq-americans-are-not-out-to-co-workers-2018-06-27
12:https://everfi.com/blog/workplace-training/lgbt-workplace-issues-hide-their-identity/
13:https://www.marketwatch.com/story/half-of-lgbtq-americans-are-not-out-to-co-workers-2018-06-27
14:http://liu.diva-portal.org/smash/get/diva2:612621/FULLTEXT01
Las opiniones expresadas en el artículo son propias del autor y no representan necesariamente las ideas y convicciones de Libros Libertarios.
Sobre el autor:
Agustín Espósito
Libertario Conservador Cristiano, por el bien común
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